Llegaron de manera inesperada para poner patas arriba nuestro universo, con esa particular manera de entender el mundo a medio camino entre la tradición, la raíz y la vanguardia. el nido es una de esas bandas con una impronta única, que engancha y deja huella. Y es que con «La constancia» nos han dado alas, nos han hecho creer de nuevo en nosotras mismas y mostrándonos el lado más humano de este mundo. El mensaje que necesitábamos, en el momento adecuado. El saber hacerlo todo desde el corazón, buscando todo lo que nos une y fortalecernos con todas aquellas cosas que tenemos en común.
Todo un viaje introspectivo, en el que la propia voz y la palabra se han convertido en el mejor hilo conductor de la historia. Porque hablar nos puede sacar de los mayores pozos y acercarnos a otras personas. Una oda a la importancia de celebrar, celebrarse y celebrarnos. A buscar ese espacio para la calma. El de dónde venimos para saber dónde pisamos y hacia dónde queremos caminar. Y es que si algo queda claro en este álbum es que el quintento ha perdido el miedo a ser explícitos, haciendo de las letras sus mejores aliadas. Pero sin olvidarse de hacer referencia a ese folclore tan suyo, a esas raíces a las que honran, a esa tierra que celebran. Y siempre con ese toque festivo tan el nido. Un toque que nos ha magnetizado y que nos ha metido, más todavía, en este universo sonoro tan perfecto que han logrado construir.
Un disco con el que han comenzado ya a girar en su Burgos natal. Un disco que seguirán presentando en directo en multitud de ciudades, así que tomad nota, porque prometen no dejar indiferentes a nadie. Y es que además de pasar el LAVA de Valladolid y la Sala El Sol de Madrid, la banda ha anunciado su paso por Murcia, Almería, A Coruña, Ourense, Boiro, Vigo, Zamora, Granada, Palencia, Huesca, Donostia, Oviedo y Zaragoza.