Por separado, son tres bombas, tres espectáculos y unos artistas espectaculares. Pero es que cuando juntas sobre el mismo escenario a Rodrigo Cuevas, a Tanxugueiras y a Queralt Lahoz, ya no hay nadie que se te resista. Eso es lo que sentimos el pasado martes 14 de mayo cuando visitamos Rivas-Vaciamadrid, para disfrutar de sus míticas Fiestas de Mayo. Una noche que no olvidaremos jamás por lo especial que fue y por el show que nos dieron. Benditas fieras musicales, capaces de comerse el escenario y de cautivar a todas las personas que allí estábamos presentes. Ni siquiera la lluvia impidió que siguiéramos allí y que el público se mostrara entregadísimo. Así que sí, ojalá poder volver atrás en el tiempo, una y otra vez.
Queralt Lahoz fue la primera en saltar al escenario y presentar en vivo todas las canciones de su último EP «Alto Cielo», además de su potente último single «Pedí Perdón». Quizás fue la que más complicado lo tuvo, por todos los problemas de sonido a los que tuvo que hacer frente y por la amenaza constante de lluvia. Pero si algo podemos destacar de la artista catalana es que tiene tablas y agallas para sacar un buen directo adelante. Da igual lo que sucediera aquella tarde en el Auditorio Miguel Ríos, porque ella venía con todo. Y vaya si lo consiguió. Con su verdad, su sencillez, su voz preciosa y ese necesario discurso en defensa de Palestina. Así es como se acrecenta este constante sentimiento de amor hacia ella, hacia su música y hacia todo lo que representa. Porque Queralt sólo hay una y es ella.
Aunque para espectáculo de artista, tenemos a Rodrigo Cuevas. Divertido e irreverente, sabe cómo meterse en el bolsillo a todo el público. Lo hace con gracia, con salero, pero sobretodo con talento y un discurso potente. Dándole a lo rural el puesto que se merece, ha dado un paso al frente con su aclamado nuevo álbum, «Manual de Romería». ¿Cómo no caer rendidas ante su embrujo?, ¿cómo no cantar a pleno pulmón himnos como «Casares», «Más animal» o «Cómo Ye?!»? ¡Pues eso, que es imposible! Además de indescriptible: y es que suceda lo que suceda, a Cuevas hay que verlo, al menos, una vez en la vida. En el caso del asturiano, la lluvia también amenazó en varias ocasiones, pero logró darle la vuelta, haciendo que la climatología se pusiera de su lado. Y del nuestro.
Por último pero no menos importante, no podemos olvidarnos de nuestras queridas Tanxugueiras. Las últimas en saltar al escenario y en demostrar a todos los presentes que «non hai fronteiras». Que ellas siguen siendo las mismas que nos enamoraron con «Terra». Que fieles a su esencia, Olaia, Aida y Sabela se mantienen muy unidas a su tierra, a su cultura, a su música y a su público. Y es que nadie como ellas para seguir conquistando todos los territorios que pisan con su talento, con su buen hacer y con su discurso real. Si a eso le sumamos la potente puesta en escena que llevan, que no hace más que crecer y evolucionar (como ellas), pues lo tenemos todo dicho. Nadie como ellas para parar el «Diluvio» que amenazaba Rivas, a la par que presentaban las canciones de su álbum más reciente. Todo ello, sin olvidarnos de los temas más recientes que han publicado: desde «Hoxe, mañá e sempre» hasta «Quen é a que canta?». Nada más que añadir, señoría.