No podemos negar que el fenómeno de Califato ¾ es ya completamente imparable. Desde el sur y con una identidad completamente propia, han reinventado de arriba a abajo el arte andalusí como concepto en sí mismo, dando pie así a una Nueva Andalucía. A medio camino entre el flamenco y la electrónica, nadie como ellos para resignificar la tradición y mezclarla perfectamente con la vanguardia. Lo han demostrado con todas y cada una de las canciones que nos han regalado, con todos y cada uno de sus discos, y con todos y cada uno de sus espectáculos. Aunque, sin ningún tipo de duda, si pudiéramos volver atrás en el tiempo, volveríamos directamente al pasado sábado 16 de marzo, momento en el que inundaron todo el Live Las Ventas de Madrid con los himnos que forman parte de su último trabajo discográfico, «Êcclabô de Libertá».
Era muy complicado que nos sorprendiéramos más con ellos. Más después de haberlos visto varias veces en vivo. Pero si hay algo que nos han demostrado, es que con ellos, nada es imposible. No sólo porque tienen esa capacidad de reinventarse y dar lo mejor de sí mismos. Demostrando que todo lo que tocan, lo convierten en una obra maestra, en un bien cultural, social e identitario. También porque saben cómo dar una vuelta de tuerca más a su proyecto sobre el escenario, haciendo que cada concierto sea un verdadero espectáculo. Una cita irrepetible, en la que no sabes a ciencia cierta si asistirás a un paso de la Semana Santa sevillana; a una performance músico-teatral; o a un acto reivindicativo, capaz de hacerte sentir las raíces en lo más profundo de tu ser. Ellos lo saben y juegan con ventajan. Aprovechan ese desconcierto, esa magia y esos nervios. Sacan sus mejores armas para meterse al público en el bolsillo en un parpadeo y sin que apenas tengan conciencia. Porque cuando terminas de procesar todo lo que ha sucedido, ya es demasiado tarde. Ya has caído en su embrujo y no hay vuelta atrás.
Así que, sí, amigas y amigos. El pasado sábado volvimos a caer en las garras de Califato ¾. Pero lo volveríamos a hacer una y otra vez, sin ningún tipo de remordimiento. Tanto, que os hemos querido mostrar cómo lo vivimos. ¿Alguien más estuvo en la presentación en Madrid de esta Nueva Andalucía?