«Inmortales» es ese espacio en el que convergen Isa, Javi, Joan, Paco, José Ángel y Ricardo. Seis artistas eclécticos, que han dado vida y forma a Alebrije. Bajo unas influencias, que van desde el blues hasta el indie de los 90, pasando por el rock setentero, la rumba, el funk y la cumbia, nos regalan una joya musical, que está llamada a convertirse en himno. Y es que hoy ve la luz este primer adelanto, que formará parte de su primer disco homónimo. Una canción que aunque sea la menos latina de este inminente trabajo discográfico, destaca por las guitarras eléctricas. Un pequeño gran cambio este, más si tenemos en cuenta que en sus sencillos anteriores, los vientos eran los protagonistas indiscutibles.

Si a nivel musical, «Inmortales» define a la perfección la esencia de la banda madrileña por aunar lo mejor de cada género, letrísticamente es una verdadera dosis de realidad. Esa necesidad de darnos cuento que, por mucho que pase el tiempo y nos hagamos mayores, siempre podemos tomar la decisión de vivir para siempre. La cuestión está en ver la luz al final del túnel, aunque haya miles de recuerdos que terminemos por evocar. Tal y como ellos mismos cantan: «Vamos a seguir siendo mortales toda la eternidad, desconfiemos de los manuales de la mediocridad». Un discurso necesario y maravilloso, que adquiere una nueva dimensión en el videoclip que acompaña a la canción. Casi seis minutos de joya audiovisual, que nos transporta por todas y cada una de estas emociones. Desde el corazón de Madrid, Raquel Portel ha sido la encargada de dirigir la pieza de manera magistral, mano a mano con la banda y con todo un equipo de profesionales. Un vídeo que ve la luz hoy jueves 2 de febrero y del que tenemos el placer de hablar.

La mejor manera, sin duda, de dar continuidad al proyecto musical de Alebrije, que inició su andadura en 2021 de la mano de Javier Ballesteros. The Reverb, el proyecto anterior en el que estaba y del que formaba parte junto a Isabel Gil, había llegado a su fin, pero él seguía teniendo un puñado de canciones que le pedían a gritos ver la luz. Fue entonces cuando, juntos, comenzaron a dar sus primeros pasos con este nuevo nombre. Poco a poco, se fueron sumando a la formación José Ángel Lázaro (guitarra y trompeta), Ricardo de Miguel (teclados y saxofón), Joan Guzmán (batería) y Paco Andújar (bajo). Con todo ellos a bordo, la banda estaba redonda y más que preparada para comenzar a rodar.