El enorme acto de sinceridad de Jorge Martí en «Canción de amor definitiva»

Es cierto que he tardado más tiempo del que pensaba leyéndolo, pero prometo que no ha sido por falta de ganas o porque no me enganchara. Sin embargo, ya puedo decir alto y claro que anoche cerré la última página de «Canción de amor definitva», la gran joya literaria de

Es cierto que he tardado más tiempo del que pensaba leyéndolo, pero prometo que no ha sido por falta de ganas o porque no me enganchara. Sin embargo, ya puedo decir alto y claro que anoche cerré la última página de «Canción de amor definitva», la gran joya literaria de Jorge Martí. Tratar de digerirlo y de ordenar mis pensamientos es lo que verdaderamente me está costando. Conocer a la persona que se esconde tras el artista, tras el ídolo musical al que llevas siguiendo desde que descubriste a La Habitación Roja, darte cuenta de que es humano y que sufre exactamente las mismas cosas que tú. Desmitificarlo, dejar que te roce el alma con su historia, escucharlo, leerlo, quedarte sin palabras, llorar con él, empatizar. Querer suplir todo lo malo con un sincero abrazo. El mismo que me ha dado él, desnudándose y sincerándose con cada palabra de este libro.

Verdaderamente, ha sido hermoso vivir el proceso de Jorge tan en primera persona. Sentir esa emoción por la música, descubrirla a la par que él. Quedarme maravillada por ese ímpetu de dar vida y sacar adelante La Habitación Roja. Sudando con cada problema. Luchando mano a mano contra el gran gigante de la industria de la música. Sentir la euforia de los grandes conciertos, pero también de los pequeños. Crecer a la par que Érika y Frida. Enamorarme de Ingrid una y otra vez, y sufrir con ella cada complicación en su enfermedad. Y también en la del propio autor. No poder evitar llorar con cada fragmento del final del libro, que puede que concentre las partes más duras y complicadas del relato. Pero es que está tan cargado de sinceridad, que es imposible salir ileso de esta montaña rusa de emociones constantes. ¿De qué extrañarnos, pues? En eso consiste la vida.

Poco más que añadir, más que dar las gracias a Jorge por este enorme acto de sinceridad. Consigo mismo y con nosotros. Gracias por visibilizar las partes más duras de la vida y de la música, pero también las más bonitas. Por demostrar que vivir y enfrentar dos mundos tan diferentes no es fácil, y que exige un acto de valentía enorme. Por enseñarnos que a pesar de la autoexigencia y dureza con la que nos tratamos a nosotros mismos, siempre hay esperanza. Por arrojar luz sobre lo necesaria que es tu familia y todas esas personas que te quieren bien, pero sin dar de lado esa imperante necesidad de abrazar tu pasión, la música.

Lo cierto es que tras engullir estas (poco más de) 400 páginas, quiero quedarme con el pensamiento de que la vida está hecha para los valientes y para los idealistas. Sí, hablamos de esa misma vida que, «como un disco, tiene dos caras». Sí, hablamos de esas mismas personas, encarnadas hoy y siempre en la figura de Jorge Martí Aguas.

El enorme acto de sinceridad de Jorge Martí en «Canción de amor definitiva»

Es cierto que he tardado más tiempo del que pensaba leyéndolo, pero prometo que no ha sido por falta de ganas o porque no me enganchara. Sin embargo, ya puedo decir alto y claro que anoche cerré la última página de «Canción de amor definitva», la gran joya literaria de

El enorme acto de sinceridad de Jorge Martí en «Canción de amor definitiva»

Es cierto que he tardado más tiempo del que pensaba leyéndolo, pero prometo que no ha sido por falta de ganas o porque no me enganchara. Sin embargo, ya puedo decir alto y claro que anoche cerré la última página de «Canción de amor definitva», la gran joya literaria de

NEWS-
LETTER

Sin rollos. Sin spam. Solo lo que suena.

NEWS-
LETTER

Sin rollos. Sin spam. Solo lo que suena.

NEWS-
LETTER

Sin rollos. Sin spam. Solo lo que suena.