Hay bandas que tienen un talento desbordante. Hay bandas con duende. Hay bandas que hacen magia vayan donde vayan. Y Vaho cumple con todas y cada una de estas normas. Solo quien haya tenido la oportunidad de verlos en directo lo sabe. Lo que hicieron el pasado sábado 19 de marzo en la Sala Continental de Barcelona no es de este planeta y es lógico que se estén ganando a pulso el título de banda revelación de 2022 (y mira que solo han pasado tres meses de año). Pero es que esas ganas de comerse el mundo y ese talento innato, pueden con absolutamente todo. Así que lo mínimo que podíamos hacer nosotros en una noche como aquella era apoyarlos y darles todo nuestro amor. ¿Qué mejor manera entonces de presentar su álbum más reciente, «La noche que nos cambió la vida». Y vaya si nos la han cambiado.
No vamos a negar el hecho de que esa sala, ese espacio parecía el idóneo para verlos por primera vez. Casi como fuera casa, todos recogidos en una fría tarde de sábado. Y tímidos, sin querer acercarnos demasiado al escenario, tratando de no invadir el espacio de la propia banda. Siempre respetando, pero sin dejar de disfrutar del momento y de cantar con ellos, en una de las primeras salidas de Vaho fuera de su tierra, fuera de Madrid. Bastó muy poco tiempo para deshacernos de esa idea y para entrar en un pequeño gran bucle del que ojala no hubiéramos salidos. Nuestra burbuja, nuestro espacio de seguridad.
Ni la mismísima «Princesa del Postureo» les hizo sombra en esta noche única, en esta noche en la que comenzamos a caminar «A tientas» entre tanta multitud de «Caníbales» que trataron de alcanzarnos, corriendo «Detrás de ti» e incluso «Llamándome en oculto» (¡qué temazo este, que aún no ha visto la luz!). Nada importaba en un momento como aquel. Nada importaba si podíamos huir a toda velocidad en el mítico Corsa del «93». Bendita «Dulce locura», bendito pop y bendita versión de La Oreja de Van Gogh también. Nada importaba si nos podíamos resguardar en aquel lugar en el que habíamos quedado, al grito de «Nos veremos por allí». Como unos auténticos «Jóvenes idiotas», celebramos «El banquete» y descansamos cual «Domingos al sol» (¡otro gran temazo que será el próximo que vea la luz!). «Magia» en estado puro. Magia la que hicieron los madrileños, consiguiendo que «Nieve» en pleno marzo, para hacer que arrecie el «Temporal» muy pocos minutos después. Menuda «Revolución» en poco más de una hora y menudas ganas de seguir convirtiendo en himno «Mataré a Cupido».
Concierto de 10 para una banda de 10. Por si aún quedaban dudas, Vaho se han ganado un enorme huequito en nuestros corazones. Y lo seguirán haciendo. Tiempo al tiempo.











