Después de mucho tiempo sin hacerlo, hoy nos atrevemos a descubrir tres nuevas propuestas musicales. Recién llegados a nuestra redacción, recomendamos encarecidamente adentraros en el universo de Greg Taro, Manu Hattom y Nuria Saba. Tres artistas tan diferentes como únicos, que nos llegan desde un lado y desde el otro del océano. ¿Os atrevéis a descubrirlos y decirnos cuál de ellos os ha gustado más?
Toda una declaración de intenciones. Así se presenta Greg Taro y así nos presenta su single más reciente, «a punto, muy cerca». «La escribí cuando estaba pasando por una fase donde creía tener que demostrar algo a gente de mi entorno. Que tenía ganas suficientes para cumplir mi sueño», explica el compositor. Una canción con la que el artista se afianza y da un potente paso al frente, sin miedo. Todo para adentrarnos en su mágico, envolvente y sólido espacio sonoro. Un tema que, sin duda alguna, no deja indiferente a nadie.
Desde Argentina, pero con una conexión muy especial con España, llega Manu Hattom para presentarnos su nuevo single «Bolero para encontrarte» junto a María de la Flor. Primera colaboración internacional del artista argentino, en una balada increíble, a corazón abierto. «Manu le canta al vestigio del amor que llegó, se fue y desapareció. Es el duelo del encuentro con el pasado, una confesión que se ubica entre el apogeo y la decadencia». Así es como el compositor latinoamericano nos da una primera pista del que será su próximo álbum de estudio.
«Un latido latino y una sensibilidad universal». La artista peruana Nuria Saba es la última en pasar por nuestra sección de hoy. Más de cinco años de carrera, numerosos reconocimientos y con su álbum debut en la calle, «Niña ojos púrpura»(2018); la joven compositora emprende de nuevo su viaje, para presentarnos su single más reciente, llamado «Cosas que no se ven». Una canción que nos invita a decir lo que sentimos, por mucho que nos cueste hacerlo cara a cara. Es sinónimo de aceptar que ese gran amor no se repetirá, pero que la vida te traerá ciertas cosas que no se ven, pero se sienten. ¿Qué os ha parecido?