Si nos ponemos a pensar y filososfar sobre el amor, encontraríamos mil y una afirmación al respecto. The Beatles cantaban en «All you need is love» que todo lo que necesitas es amor. Eran los años 70. Mucho antes de ese momento, Alejandro Dumas también habló sobre este sentimiento, asegurando que si das la impresión de necesitar cualquier cosa, de necesitarlo, no te darán nada; para hacer fortuna es preciso aparentar ser rico. Sin embargo, en pleno siglo XXI, Checopolaco lo tiene más que claro: para encontrar el amor es preciso parecer sobrado de amores, así que, de manos, ojos, cerezas o desengaños, se enamora de lo que le da la gana en su nuevo y recién estrenado single, «Madrid, Pekín y El Sáhara».
Un tema que tenemos en bucle y con el que estamos living, y no es para menos. «Madrid, Pekín y El Sáhara» es justicia poética, es puro rock and roll. Contundente y cruda, suma un riff imbatible, un deje irónico y un aumento gradual de la intensidad que atrae la energía que aporta. Una adicción de lo más intensa, que solo quiere que tengamos un propósito en la vida: querer darlo todo, aquí, en Madrid, en Pekín y en El Sáhara.
Con la mirada fijada en el 20 de noviembre, que es cuando ve la luz su cuarto álbum de estudio, Checopolaco no hace más que regalarnos su música y sus canciones, siendo este «Madrid, Pekín y El Sáhara» el segundo adelanto tras la llegada de «Algo que decir». Un nuevo trabajo discográfico, un nuevo concepto y un intenso trabajo, en el que han estado mano a mano el propio Julián «Checopolaco» y su hermano, Alejandro «Lori» Méndez; y que verá la luz dentro de muy poco tiempo, vía su propio sello Lojasound Records. Criterio, equilibrio y amor en un disco, en unas canciones, que cumplen antes de prometer.