Nana Lovv ataca de nuevo, utilizando su música como mejor arma. Tras irrumpir con sus tres primeros temas, «Paris» y «Boneyard Of Broken Hearts», llega el turno de «Borders». Una canción con la que la joven artista da un paso más allá, hablando de un tema un tanto desconocido pero que, igualmente, necesita visibilidad. ¿Alguien que haya escuchado hablar del transtorno límite de personalidad? Un asunto delicado que convierte el tema en uno de los más especiales para Nana Lovv.
Pasando de un límite a otro con «Borders»
Si hablamos de canciones personales, este «Borders» no lo puede ser más. Nana Lovv se ha lanzado de lleno a la piscina, hablando sim miramientos sobre cómo convivir con los polos opuestos de una misma personalidad, con los límites: la agresividad y la sensualidad, la bondad y el egoísmo. Contratses que marcan un carácter y que se reflejan en la letra de la canción. A la par que se visibiliza un tema que, durante mucho tiempo, ha generado un potente estigma. Y el mismo estribillo lo refleja, al cantar lo siguiente: «I’m a motherfucking borderline». Un desorden con el que la artista barcelonesa dice convivir día a día, y del cual ha exagerado el estigma a través de la canción. Un grito de reconocimiento, de ayuda. Una crítica y un alivio. La manera más fácil y directa de gritar al mundo cómo se siente cuando «los extremos pesan tanto que siento que me voy a romper por la mitad».
Nuevamente, Nana Lovv ha trabajado con Carlos Dueñas de ArcticWave Studio, quien se ha encargado de la mezcla; mientras que Ángel Medina ha hecho lo propio con la masterización. Una canción con la que la barcelonesa se asienta aún más en la escena electrónica y se adentra en un universo más oscuro, lleno de matices y sonidos experimentales, al contrario de lo que fue «Paris». Un mundo que, además, adquiere aún más peso con el videoclip, que es producto de alucinaciones reales y que plasma, con un realismo abrumador, la sensación de angustia que genera vivir entre los límites de la personalidad. Las dos protagonistas juegan entre estos dos extremos, siendo ambas las dos partes de una misma persona.