Dos intensos meses metidos en casa y ahora es cuando parece que empezamos a ver la luz a final del túnel. Ya se están volviendo clásicas palabras como desescalada, desconfinamiento o nueva normalidad. Una nueva normalidad de la que han querido participar Astola & Ratón: eso sí, con la música siempre por bandera. Porque puede ser que todavía no pueda volver a los grandes escenarios, pero sí que puede salir a las calles para recordarnos que seguimos aquí, que la vida sigue. Así es como hace algunos días, ambos artistas ofrecieron un particular y original concierto en un pueblo con sabor a sur. Concretamente en El Cuervo de Sevilla. Pueblo que está haciendo frontera y que no solo pertenece a Sevilla (como bien su nombre indica), también a Cádiz. Y es que claro, ¿qué hacer cuando cada uno de los miembros de esta banda vive en una de estas provincias?
La historia empieza así. Diego Pozo «Ratón» (ex Delinqüentes) vive en la provincia de Cadiz y Alejandro Astola (ex Fondo Flamenco) en Sevilla. ¿Solución? El Cuervo de Sevilla, pueblo que corta la frontera entre las dos provincias. Así es como a los dos componentes del dúo se les ocurrió ofrecer el primer concierto en directo del confinamiento que, además, sirviera como hermanamiento entre las dos provincias andaluzas y entre los propios vecinos de la localidad. Precisamente en la zona que marca la unión de las dos provincias se han escuchado, en directo, canciones como «Cojo el saco y me retiro», «No hay miedo» o «Buscaremos la estela», ante la curiosidad de los vecinos del pueblo y la atención de miles de seguidores a través de las redes sociales del grupo.
El nacimiento de Astola & Ratón
Destinados a juntarse, Alejandro Astola (Sevilla 1990) co-fundador de Fondo Flamenco y Diego Pozo Torregrosa «el Ratón» (Jerez 1975), co-fundador Los Delinqüentes, se alían para caminar bajo el nombre de Astola & Ratón.
Abanderados de dos bandas fundamentales en el rock andaluz más reciente, nos brindan la oportunidad de descubrir su mundo, libre y aflamencado, siempre inquieto y callejero. Y con «Rock de Palo», su tercer álbum, lo dejan más que claro: y es que el rock y el flamenco se llevan en la sangre.