Cuando no hay fuerza para seguir adelante, llega «Zoo Para Dos». Este fue el mejor antídoto para Villanueva. Y para todos los que, hemos caído en sus garras. Positivismo, garra, fuerza y sexualidad. Una liberación constante que permanecerá muchos meses más, sobre los escenarios. En Madrid estará, de nuevo, el próximo 17 de mayo.
¿Cómo nace «Zoo Para Dos»?
En los dos últimos años, cuando estaba con la gira de «Viajes de ida», me pasaron cosas que antes no me habían sucedido. Es la primera vez que pierdo familiares directos y uno de mis amigos sufrió cáncer, del que terminó recuperándose. Han pasado mogollón de cosas y uno también va observando. Y va haciendo canciones, como respuesta a sensaciones que le podrían destrozar.
El disco es muy positivo, para todo lo que pasé. Y la verdad, es que fue como una pastilla para el dolor. Aunque después se me empezó a ir de las manos, y el álbum derivó al placer y el hedonismo. Hay bastante referencia al sexo y al vino. El disco tiene ese toque sexy, a la vez que déspota. Pero también ese punto de: fuera dolor.
¿Qué expectativas tenías con el disco y las ha cumplido?
Yo realmente no estoy en la música, para expectativas. Con todo lo que acabo de contar, necesito canalizar o escupir cosas que me retuercen por dentro. Entonces mi expectativa era conocerme a mí mismo aún más.
¿Y te ha servido para conocerte a ti mismo?
Sí, indudablemente.
¿Cómo ha sido la respuesta del público?
Pues en honor a la verdad: la respuesta fue muy lenta. Que no pasa nada. Creo que Villanueva no es un proyecto de pelotazo, ni nunca lo va a ser. Pero es cierto que a final de año, miro hacia atrás y digo: «Ostras, parece que son más». Hay que plantar mucha semilla.
¿Cómo definirías «Zoo Para Dos» en dos o tres palabras?
Hedonista, disfrutón, sexy y cabrón.
¿Hay alguna canción que sintetice la esencia del disco?
«Hoy es la última». Quizás me equivoque, pero es la que me sale a bote pronto.
Hace poco, se publicaba el videoclip de «El día de el equilibrista». ¿Por qué este tema?
Para eso me tengo que remontar a «Ella» como primer single. No hay que dar explicación, me flipaban las guitarras [risas]. Pero este tema era diferente. No hay que ruborizarse por pensar o querer pensar, que todo puede ir a mejor. Y yo quería hacer un homenaje con esta canción. Un homenaje a la gente de a pie, que se levanta con sus pequeños dramas y tiene que pasar su día.
Has participado en el disco homenaje a Nada Surf. ¿Cómo llega este proyecto a ti?
Me emociono un poco con este tema. En el año 98, descubrí una canción que se llamaba «Popular», escuchando Los 40 Principales. Y me flipó la voz y la manera de frasear que tenían. Pero no solo a mí: también al resto de mi clase. Y es que, todas las pandillas de amigos, tienen como dos o tres bandas comunes, que los unen. En nuestro caso, era Nada Surf. Así que, cuando me dijeron que si quería participar, por supuesto, dije que sí.
Me comentaron en diciembre, que tenía que ser la canción «Hi Speed Soul». Y al día siguiente, estuve pensando en que podría hacerla en castellano. Pedí permiso y me lo dieron. No traduje la canción, porque no encajaría. Así que hice la mía propia. Y fue la hostia.
¿Cuáles son los siguientes pasos de Villanueva?
Tocar, tocar y tocar. Y continuar con la gira. A Madrid volveré el 17 de mayo, por ejemplo. Y entre toda la movida de conciertos, estoy ya maquetando cosas nuevas. Este material lo estoy ya presentando en formato acústico.