La noche en la que floreció la «Magnolia»

Con la llegada de la primavera, las flores crecen y resurgen tras el frío del invierno. Y la «Magnolia» de Rufus T. Firefly no iba a ser menos. Era sábado 22 de abril. Una Sala BUT abría sus puertas tímidamente a las 20.30 horas, para recibir entre una masa de

Con la llegada de la primavera, las flores crecen y resurgen tras el frío del invierno. Y la «Magnolia» de Rufus T. Firefly no iba a ser menos.

Era sábado 22 de abril. Una Sala BUT abría sus puertas tímidamente a las 20.30 horas, para recibir entre una masa de espectadores a las 21.00 horas, a Basanta. Envueltos con sus míticas máscaras y con la rapidez de un «Coyote», los vigueses supieron hacer rápidamente «Legión». Cualquier «Sacrificio» merecía la pena, si el resultado era esa «Cromestesia» que desprende la música de los gallegos. Media hora que se hizo tremendamente corta y que demostró hasta la saciedad, que «La vida es arte».

Lo que se hizo largo fue el tiempo de espera, hasta que los de Aranjuez aparecieron en el escenario. Eran las 22.00 horas. A paso lento, «Tsukamori» apareció montado sobre «El Halcón Milenario». El riesgo era inmenso. Tanto que, en cualquier momento, se podría haber generado un «Incendiosuicida». Pero finalmente, todo salió bien.

Con su particular seña de identidad, «–o–», la gran «Midori» surgió entre tinieblas, cual «Espectro», para transformarse finalmente en un «Cisne Negro». En realidad, era su «Última Noche en la Tierra» y lo único que quería era sentirse como en «Pulp Fiction».

Rufus nos hicieron viajar hacia la antigua «Pompeya», lugar en el que «El Problemático Winston Smith» apareció, para cantar su propia versión de «Lucy in the Sky». Y es que, ¿cómo no iban a estar The Beatles en una noche como esa?

Con «Nebulosa Jade» desaparecieron. Pero no definitivamente. Porque de repente, Julia y Víctor regresaron acompañados de Alice Wonder, quien con una desgarrada voz, interpretó la «Canción Infinita». Un himno que sirvió para que la ansiada «Magnolia» se abriera, derramando su perfume a lo largo y ancho del «Río Wolf». Río en el que, esa noche, nos bañamos todos los que en la Sala BUT nos encontrábamos.


La noche en la que floreció la «Magnolia»

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Con la llegada de la primavera, las flores crecen y resurgen tras el frío del invierno. Y la «Magnolia» de Rufus T. Firefly no iba a ser menos. Era sábado 22 de abril. Una Sala BUT abría sus puertas tímidamente a las 20.30 horas, para recibir entre una masa de

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