Nunca he publicado en el blog una reseña literaria. Pero nunca es tarde para ello. Por eso, cuando la escritora Cristina Argibay contactó conmigo, no pude negarme a leer su obra y hablar sobre ella. Los ojos de la muerte es una novela negra con ciertos tintes de miedo psicológico. Tal como la resume la propia autora en su página web:
«Edgar Mora es un estudiante de medicina que, después de haber muerto su madre, vuelve a encontrarse con su padre, recordando momentos del pasado que deberían de haberse quedado atrás.
En el pueblo en el que pasó su infancia empieza el progreso de Edgar, que nos explicará en primera persona, todos los acontecimientos que le rodearán hasta llegar a descubrir la verdad, su verdad y la de su familia. En este trayecto le acompañarán diferentes personajes, como la seductora Rebeca que le llevará directamente a “la boca del lobo” o la dulce Daniela, que intentará ayudarle a escapar de aquel infierno».
Siempre que analizo algún libro o película, intento extraer de ellos la parte más humana, la más personal. ¿Cómo reaccionaríamos si estuviéramos en el lugar de los personajes? Varios aspectos me han llamado la atención de esta obra. Los ojos de la muerte, pone en evidencia el miedo irracional que tenemos los humanos a esos fantasmas del pasado que nos atormentan, pero que siempre acabamos desenterrando. Con regularidad, también nos aferramos al pasado como un clavo ardiendo: revivimos una y otra vez situaciones que, para bien o para mal, nos han marcado y nos han definido como personas. En el caso de Edgar Mora, es la fascinación por las tétricas pinturas de Chronos, que absorben toda su atención desde que era un niño pequeño. Pero, ¿por qué esa obsesión? He aquí la verdadera esencia de la novela: el amor por el arte va más allá de lo artístico. El pasado familiar de la familia Mora se destapa a lo largo de la historia, descubriendo así dónde reside la fuente real de resentimiento, frialdad, locura e incluso enfermedad.
¿Y qué es lo que he echado de menos? Me ha faltado profundizar más en la mente y personalidad de los personajes. El ritmo frenético de la obra hace que los sucesos ocurran rápidamente. De tanto en tanto, se necesita alguna pausa y alguna explicación más amplia. De cualquier manera, es una novela muy sencilla de leer: está escrita con un lenguaje claro y conciso. Sin duda, la recomiendo. Espero leer más obras de esta autora gallega: Cristina Argibay (@cristinargou).